Feral - archivo indócil

La memoria —personal y colectiva— no es un registro fijo, sino una trama afectiva en permanente transformación: una maquinaria sensible y latente que distorsiona, reescribe y genera nuevos relatos. En ese devenir emergen cuerpos ferales, híbridos indisciplinados que desobedecen las jerarquías y contaminan los límites entre lo humano y lo inhumano, entre la realidad y la ficción.
La imagen ya no documenta, sino que actúa como un agente subversivo, un organismo vivo que muta, se contamina y encarna lo indócil.
Feral es una práctica de desobediencia visual y afectiva que desplaza la memoria hacia un territorio donde imaginar —y habitar— otros mundos posibles.